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Or Bereshit – La luz desde el Génesis

Sobre la luz del primer día, así está dicho:
 
¨Dijo D´s: ¨Haya luz¨, y hubo luz. D´s vio que la luz era buena y la separó de las tinieblas. D´s llamó a la luz DIA y a las tinieblas NOCHE. Y atardeció y anocheció el día primero¨ (Génesis, 1-2)
 
Sobre la luz del cuarto día, así está dicho:
 
¨Dijo D´s: Haya luminares en el cielo que separen el día de la noche. Sirvan de signos para distinguir tanto las estaciones como los días y los años. Y que brillen en el firmamento para iluminar la tierra. Y así fue¨ (Génesis 1- 14)
 
Nuestros sabios señalan que la luz del cuarto día de la Creación, la de los luminares, es la luz física y natural que se expone ante los seres vivientes. Pero la luz del primer día de la Creación es otra. Es una luz de componente espiritual, divino. Es la luz interior del hombre, que no se regala sino que se conquista a través de la vida.
 
Relata el midrash que la luz que creó D´s en el primer día tenía una fuerza tal que el hombre podía ver a través de ella de uno a otro extremo del mundo. Pero cuando surgieron las generaciones posteriores y D´s corroboró el grado de corrupción que las asolaba, decidió confiscarla. ¿Para quién la guardó? Para los justos en el mundo venidero… aunque, de vez en cuando, surgen grandes hombres a quienes D´s bendice con una visión del “or ganuz”, aquella luz confiscada.
 
Les proponemos la siguiente reflexión:
  • ¿A qué personajes de la historia o de la actualidad atribuirían el rótulo de “iluminados por el OR GANUZ”? Justifiquen sus respuestas.
 

 

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