

Análisis de la obra
Amos Oz relata en este fragmento un episodio ocurrido durante un alto el fuego -en septiembre de 1948- que permitía a los habitantes de la ciudad salir de sus refugios, circular, abastecerse de productos. La narración se centra en la emoción que sintieron esos olim llegados de Europa, al ver la primera moneda hebrea de Medinat Israel, un Esta- do recién nacido, que simbolizaba la concreción del añorado sueño.
El autor describe esa moneda nueva: demasiado grande, muy fea, de níquel, con un racimo de uvas sobre el cual estaba inscrito en caracteres hebreos claros y precisos: Israel. Describe también cómo ella pasó de mano en mano, fue besada y observada con emoción, y finalmente fue merecedora de la bendición: Baruj atá Adonai, Eloheinu Melej Haolam, sheejeianu vekimanu veiguianu lazman hazé.
La moneda los conecta con el pasado remoto, pues su diseño ha- bía sido tomado de una moneda israelita de la época del Beit Hamik- dash, y también con el pasado inmediato, “Si nuestros padres, que en paz descansen, los padres de nuestros padres y todas las generacio- nes pudiesen ver y tocar esta moneda”.
En el relato se refleja la emoción que los embarga: “Se le hizo un nudo en la garganta… La besó dos veces con delicadeza y con los ojos desorbitados…”. Y en ese momento de alegría sublime, se cuela el dolor: “El lamento de una ambulancia estremeció el aire…”. Irrumpe la crueldad de la guerra en la que un francotirador asesina a un niño que jugaba en el patio de su casa. El niño asesinado es mencionado con nombre y apellido; el trágico episodio ocurrió mientras sus padres, los Abramsky, estaban de visita en la casa del narrador.
Información de contexto
El relato transcurre en Yerushalaim, durante la Guerra de Indepen- dencia de Israel. Yerushalaim fue uno de los escenarios centrales de esta guerra que comenzó el 30 de noviembre de 1947, tras la votación en las Naciones Unidas del “Plan de Partición de Palestina”, y se exten- dió con cruentos enfrentamientos hasta julio de 1949. Durante esta sangrienta contienda, la población de Yerushalaim sufrió el sitio im- puesto por las fuerzas jordanas y numerosas bajas.
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Recordemos que el movimiento sionista había planteado la necesi- dad de un hogar nacional judío, que tendría lo necesario para con- vertirse en un Estado como todos los demás estados del mundo, con un territorio, una lengua, una bandera, símbolos nacionales y también una moneda propia.
@Amos Oz
“La moneda”
