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Análisis de la obra

  El poema de Agi Mishol refiere a este terrible atentado. Ya el título lo anticipa, pues Jahida es la denominación que reciben los terroris- tas suicidas. La autora comienza aludiendo a la juventud y a la con-dición de mujer de Jahida: “Solo tienes veinte años / y tu primer em- barazo es una bomba”. La metáfora de la mujer embarazada de pól- vora genera un efecto de espanto y horror: mientras naturalmente un embarazo trae vida, en este caso, traerá todo lo contrario.

 

  Observamos un interjuego entre la condición humana y cierta con- notación robótica que la autora le asigna a la terrorista. Por un lado, el embarazo, la mención de su nombre y apellido, la actitud de "pa- seo” por el mercado mezclada entre la gente, son elementos humani- zantes. Por el otro, la descripción como un artefacto que tictaquea, que alguien maneja cambiándole tornillos y despachándolo a la ciu- dad… El tictaqueo es real y también metafórico; al cargar una bomba se ha convertido ella misma en un artefacto explosivo, un robot en cuyo cerebro alguien cambió un tornillo. Esta última frase nos recuer-da la expresión popular de “le falta un tornillo”, que alude a la con- dición de locura o demencia de una persona. Quizás, la intención de Mishol es buscar una explicación para alguien que actúa de este modo: solo quien no está en sus cabales puede ser capaz de perpe- trar semejante atentado…

 

  A continuación, la autora hace un juego de palabras con lejem לחם , pan, un alimento básico y popular: “y tú, llegada desde Beit- Lejem , elegiste justamente / una panadería”. Describe una imagen de espan- to en la que Jahida vuela por los aires junto con panes trenzados de shabat, que simbolizan aquello que quería destruir, “el enemigo sio- nista”. La alusión de volar “entre semillas de amapolas y sésamo” a-porta a la imagen un sentido mayor de desintegración.

Información de contexto

 El 12 de abril de 2002 se produjo un atentado suicida en Yerushalaim, en una parada de ómnibus en la calle Yaffo, junto al shuk (mercado) Majané Yehuda, en pleno centro de la ciudad. Hubo seis víctimas fa- tales y decenas de heridos. Por primera vez fue una mujer la que se explotó: se llamaba Andalib Takatka, de 20 años, y era oriunda de una aldea cercana a Beit Lejem (Belén). Según fue publicado en los diarios, la terrorista quiso entrar en el mercado, un sitio emblemático de Yerushalaim por el que circula permanentemente muchísima gen- te, pero los encargados de seguridad no se lo permitieron, con lo cual se evitaron consecuencias mucho mayores.

@Agi Mishol

“Jahida”

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