¡¡Ya llegamos a Beer Sheva y al final del recorrido!! Nos encontramos en la capital del Neguev propiamente dicha. Tal como lo planeamos, llegamos un día jueves para poder visitar el “shuk”, el Mercado de los Beduinos. Aquí se puede comprar de todo, ¡incluso camellos!
También el Pozo de Abraham Avinu que, aparentemente, en realidad no existió en los tiempos del patriarca, pero su historia no deja de ser atrapante...
Y no olvidemos visitar el impresionante monumento que proyectó Dani Karavan, en memoria de los soldados de la Brigada del Neguev del Palmaj, caídos en la guerra de la Independencia.
Beer Sheva es una ciudad efervescente en la que se fusionan lo antiguo con lo moderno. ¡Vale la pena visitarla!