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@Subliminal

“Tierra Amada”

Aquí, en la Tierra deseada por nuestros antepasados, la prometida,

cada rincón está asegurado y la tierra grita herida.

Bien, no tiene sentido llorar, hay que pararse y hacer,

traer el cambio en vez de esperarlo.

La gente tiene hijos e hijas aquí

que crecen y comprenden qué significa vivir aquí,

abren los ojos. No hay esperanza por un día bueno.

Con ambos pies en la calle, se vive, se muere por amar

y un hogar construir en el único lugar

donde la bandera tiene un Maguén David.

Nuestros antepasados peregrinaron juntos hasta acá,

aún guardan en el alma la vieja historia:

cómo “más allá de las montañas y el mar,

más allá de la arena del desierto,

se encuentra la Tierra santa”.

Y si hasta acá llegué, ¡no me detendré!

Yo…

 

Del este hasta el oeste yo llegué,

un largo camino recorrí.

Al tocar su belleza me sorprendí,

por años con una tierra amada soñé.

 

Entonces, esta canción la dedico a mi madre tierra,

a mi Estado, a mis raíces y a mi tradición,

al bien y al mal que hay en mí, llegó el momento de disfrutar.

Generaciones soñaron con un hogar donde habitar,

La vida no tiene sentido si nada está sazonado.

El orgullo que habita el alma despega hacia las alturas,

Entonces, denle en el Maguen David, denle en la moral,

aplaudan a Shlomi Shabat y a Subliminal.

Solo en Israel, porque es una tierra maravillosa,

hay buena música, shabat y sinagoga,

pita con falafel, “altezajn”[1].

Alimento para el alma. No hay como en el barrio.

972 es el prefijo si querés llamar,
en cada esquina hay beigl con za´atar[2],

¡La sangre es caliente! ¡También lo es el mar!

Las paletas sobre la cabeza, “pam-pam”.

 

Del este hasta el oeste yo llegué…

[1] En idish: cosas viejas. Palabra aceptada y utilizada en el hebreo coloquial.

[2] Mezcla de especias propia de la cocina de Medio Oriente.

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